Si habíais pensado que Tenerife no contaba con los frondosos bosques de La Palma, estáis equivocados. En la zona norte de la isla se esconde una maravilla de la naturaleza, el Parque Rural de Anaga y Taganana.
A escasos minutos en coche de Santa Cruz de Tenerife, encontraréis el Parque Rural de Anaga, declarado Reserva de la Biosfera.
Ocupa gran parte del macizo montañoso situado en el extremo nordeste de la isla. Con una amplitud cercana a las 14.500 hectáreas, se extiende por los municipios de La Laguna, Santa Cruz de Tenerife y Tegueste.
Una de las localidades que no os podéis perder es Taganana, que significa «rodeado de montañas» en guanche. Fundado en 1.501, se trata de uno de los pueblos más antiguos de Tenerife.
Entre sus casas blancas y calles empedradas, podremos descubrir numerosos ejemplos de la arquitectura tradicional canaria, como sus caseríos, ermitas. La emblemática Iglesia de Nuestra Señora de las Nieves es un templo plagado de obras artísticas con varios siglos de antigüedad. Además, es el lugar ideal para parar a comer puesto que cuenta con varios bares y restaurantes, eso sí, aparcar dentro del pueblo es bastante complicado. Tenéis unos aparcamientos en la misma carretera, quedan un poco alejados, pero las vistas son impresionantes y os alegraran el camino hasta el centro de la población.
Desde Taganana podéis continuar bajando hacia la costa para visitar playas salvajes como la de Benijo o Almáciga.
Después de haber recuperado fuerzas, vamos con un poco de senderismo para conocer en profundidad el Parque Rural de Anaga.
Parque Rural de Anaga
Una buena manera de iniciarse es el Sendero de los Sentidos. Este camino, que en su día formaba parte del sendero real que unía Anaga con La Laguna y que actualmente ha sido reacondicionado, se completa en menos de una hora y es ideal para hacer con niños.
Parte de Cruz del Carmen, el mismo lugar en el que se encuentra el centro de visitantes, y cuenta con 3 variantes claramente diferenciadas. La primera, el trazado conocido como Despierta tus Sentidos, es accesible para personas con movilidad reducida ya que consta de una pasarela de madera.
Las otras 2 alternativas son rutas circulares con distinta dificultad, pero la más larga se completa en menos de dos horas y permite acceder al mirador del Llano de los Loros.
Aquí mismo encontraréis el mirador Cruz del Carmen. Si el día está despejado la panorámica de la isla, coronada por el Teide, es impresionante.
Tenéis muchísimas opciones para disfrutar del parque además del senderismo como por ejemplo la mountain bike o los paseos a caballo. Pero, si lo vuestro es el mar, aprovechad sus vientos para practicar vela, sumergiros en sus profundidades en una divertida jornada de buceo, coger buenas olas sobre una tabla de surf o incluso probar con el esquí náutico o con el wakeboard.
Dentro del Parque existen varias zonas de especial protección cuyo acceso está regulado. Si queréis conocer qué esconden tenéis que consultar las condiciones de acceso a través del Área de Medio Ambiente del Cabildo Insular de Tenerife, en el teléfono 922843097 o mediante el correo coordinacionmam@tenerife.es