Datos Básicos:
- Cómo llegar:
- Metro: Chamartín (L1 y L10)
- Autobús: Línea 5
- Bicimad: Estación 252 (Chamartín)
- Coche: Toda la zona es de estacionamiento regulado (SER) en días de diario puede ser complicado aparcar.
- Dirección: C/Agustín de Foxá s/n
- Entradas: Os dejamos aquí el enlace donde podéis conseguir las entradas.
Esta vez nos acercamos a la exposición de trenes históricos de la estación de Chamartín para realizar un viaje al pasado de Metro Madrid.
Un viaje al pasado de Metro Madrid
El acceso se realiza desde el vestíbulo de la estación de Chamartín. Veréis un mural con los logos del metro y al lado unas escaleras mecánicas de bajada que os conducirán al andén que actualmente está en uso, y si miráis a la izquierda, a unas vías muertas donde se encuentran los trenes históricos.
Pero, lo primero que os llamará la atención es una especie de mural en el que diferenciamos 2 partes. Por un lado, una estructura que nos recuerda a las antiguas estaciones de metro de azulejo blanco y verde y por otro la fotografía de la inauguración de la línea 1 por parte de Alfonso XIII.
Pero… fijaos detalladamente en la imagen. ¿Qué es lo que primero os llama la atención? ¿Os habéis dado cuenta? ¡¡El Rey aparece con los ojos cerrados!!.
Nadie tiene muy claro lo que le ocurrió en ese momento porque estaba muy acostumbrado a asistir a inauguraciones y eventos de todo tipo donde había prensa. Pero claro… ¿Cómo iba a aparecer Alfonso XIII en la inauguración de Metro con los ojos cerrados? Daba la sensación de que se estaba durmiendo.
La primera imagen es la retocada, la segunda la original
Así que, utilizaron un «Photoshop» rudimentario de la época para «abrirle» los ojos. Pero, esperad que el retoque no acaba aquí. Fijaos en la cara del hombre que está sobre el hombro izquierdo del Rey; ahora mirad la foto retocada…. ¡¡Taaaaachaaaan!! ¡¡Es otra persona!!.
El motivo es que, el Rey está rodeado a derecha e izquierda por 2 de los ingenieros de Metro, pero, el tercero se debió de quedar más atrás en la foto y no salía. Esto, tampoco se podía permitir, así que… acoplaron la cara del tercer ingeniero al cuerpo del hombre de la foto original.
La verdad es que, para la época (1919), estos retoques están bastante bien conseguidos.
Y, ahora sí, empezamos la visita, al museo como tal.
Los trenes que podéis ver en esta muestra son unas auténticas joyas ferroviarias. Se trata de 12 coches que permiten hacer un recorrido por los principales hitos de la compañía en cuanto a material móvil, desde sus orígenes hasta los años 60.
4 de ellos pertenecen al modelo «Cuatro Caminos», los que circularon inicialmente por la red y estuvieron en servicio durante 70 años. La estructura de la caja era totalmente metálica y el interior no tenía revestimientos, con todo el esqueleto metálico visto. En el exterior destaca el bonito escudo que combina elementos propios de la realeza (como la corona y el toisón de oro) con otros propios de la ciudad de Madrid (como el oso y el madroño).
La exposición también cuenta con 2 coches del modelo «Salamanca«, que comenzaron a funcionar en 1943. Su estilo es mucho más austero y sobrio que los anteriores, no solo debido al periodo de posguerra en el que fueron construidos, donde existía escasez de repuestos, sino a la experiencia de esos años, donde se vio que en la práctica eran mejores los materiales más funcionales y duros que los utilizados hasta la fecha por requerir menor mantenimiento.
Otro de los coches restaurados que se puede visitar es de tipo «Ventas», un modelo que empezó a circular en 1924, con motivo de la inauguración del primer tramo de la línea 2 entre las estaciones de Sol y Ventas. También, hay un coche de tipo «Quevedo» que data de 1927. Este modelo fue adquirido debido a la ampliación de la línea 2 entre las estaciones de Sol y Quevedo y presenta unas características muy similares al anterior. La gran novedad era que integraba paneles para publicidad en el recinto de viajeros.
Además, la exposición también cuenta con 2 coches del tipo «Legazpi L5», puestos en circulación por la compañía en 1955.
Los últimos en incorporarse han sido 2 coches tipo «1000». Estos vehículos (que ya no son considerados coches clásicos) representaron un importante salto tecnológico, siguiendo el ejemplo de lo que estaba sucediendo en esos momentos en otros metros europeos y americanos. Así, se introdujeron cambios en lo que respecta al sistema de tracción del tren, rodadura o bogies. Por fuera, los coches estaban pintados en color verde y gris-verdoso, rompiendo con el tradicional rojo carruaje que se había usado hasta entonces.
Junto a estos trenes, principales protagonistas de la exposición, se pueden contemplar cerca de 100 elementos propios del suburbano como por ejemplo: teléfonos antiguos, herramientas, silbatos, cartelería…
Se trata de una muestra que sorprende a mayores y pequeños y verdaderamente es un viaje al pasado de Metro Madrid.