Hoy nos vamos hasta Sighisoara, una ciudad de esencia totalmente medieval y cuya ciudadela fue declarada en 1999 por la UNESCO Patrimonio de la Humanidad.

Desde Brasov se tarda aproximadamente 1 hora y 40 minutos en llegar.

Una vez aquí, podéis aparcar el coche de forma relativamente fácil en las calles que bordean la ciudad antigua. Todo el centro histórico es peatonal.

Sighisoara y Cetatea Rupea

Subiendo por la calle Turnului llegaréis a la plaza Muzeului desde donde veréis la Torre del Reloj que es la puerta de acceso a la ciudadela.

Fue construida en el siglo XIV y se puede subir para admirar Sighisoara en perspectiva.

En esta misma plaza podéis ver la Biserica Manastirii construida en el siglo XIII aunque su aspecto más actual es debido a las reformas llevadas a cabo en el siglo XVIII

Próximo a esta iglesia está el ayuntamiento. Un gran edificio del siglo XIX.

En la cercana calle Cositorarilor veréis la casa en la que vivió Vlad Dracul entre 1431 y 1435 y que alberga una exposición sobre su vida.

Continuando por esta calle llegareis a la Piata Cetatii que fue el origen del núcleo urbano de Sighisoara.

Uno de los edificios más curiosos es la «Casa del Ciervo». Se llama así por tener una cabeza de tamaño natural de un ciervo esculpida en madera en la fachada.

Si tomáis la Strada Scolii os encontraréis con la subida a la colina de la ciudad donde desde el siglo XVI se menciona la existencia de una escuela. Hoy en día, sigue existiendo un colegio en lo alto de la colina.

Para facilitar el acceso de los niños, se construyó la Scara Scolii en 1642. Es una escalera con cubierta de madera que tiene más de 70 peldaños.

Ya en la colina, a la izquierda, veréis la citada escuela, y, un poco más adelante la Iglesia de la Colina del siglo XIV.

Casi seguro que después de subir y bajar de la colina, os haya entrado apetito y además estará cerca la hora de comer. En la Strada Scolii hay varios restaurantes donde podéis parar a reponer fuerzas y degustar uno de los platos típicos de Transilvania la «Ciorba de Fasole». Consiste en una sopa de cebolla, pimiento, zanahoria, jamón ahumado, tocino y alubias, pero, lo más sorprendente es… ¡¡que está servida dentro de una hogaza de pan!!.

Después de comer os recomendamos continuar la visita rodeando la ciudadela para contemplar las 9 torres que se conservan de las 15 originales, y que aún llevan el nombre del gremio que las mantenía y defendía de posibles ataques.

Cetatea Rupea

De vuelta hacia Brasov y como aún nos sobraba algo de tiempo decidimos parar en uno de esos monumentos que señalan en las carreteras pero que no venía en nuestra guía de viaje, Cetatea Rupea.

Esta fortificación a medio camino entre Sighisoara y Brasov es un lugar perfecto para hacer un alto en el camino y estirar las piernas.

Esta ciudadela se encuentra en el pueblo que le da nombre, asentada sobre la colina Cohalmului. Hay datos de que en el siglo XIV ya existía aquí una fortaleza defensiva. La que vemos actualmente se levantó sobre las ruinas de la primera.

Podréis observar 3 bloques bien diferenciados: el primero, la ciudadela de abajo del siglo XVIII dinde está la entrada y un gran patio; lo siguiente que encontraréis será la ciudadela intermedia, donde veréis algunas edificaciones y por último, la ciudadela superior en el punto más alto y en el centro de la construcción.

Esta zona superior es del siglo XIV por lo que es la más antigua.

Es posible acceder a alguna de las torres desde donde divisaréis unas vistas muy bonitas de la zona.

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