En nuestro segundo día en Tenerife, vamos a visitar 3 de los lugares más turísticos de la isla donde encontraremos una combinación perfecta de naturaleza, historia y ocio. Empezamos en Icod de Los Vinos.

Icod de los Vinos es famoso por su Drago Milenario, pero antes de nada… ¿Sabéis que es un drago?.

Es una especie de planta arbórea típica del clima subtropical de Macaronesia, particularmente de las Islas Canarias. El Drago se considera, según una ley del Gobierno de Canarias, el símbolo vegetal de la isla de Tenerife, conjuntamente con el pinzón azul, como símbolo animal.

En este caso, todos los caminos llevan al Drago Milenario, y es que, es el atractivo turístico más importante de esta localidad.

El ejemplar se encuentra dentro del Parque del Drago, junto a la Iglesia Parroquial de San Marcos.

Su edad se cifra actualmente en unos 800 años. El Drago de Icod, considerado como el más antiguo del archipiélago, mide más de 16 metros de altura y posee una base de unos 20 metros de circunferencia.

En el entorno del árbol se ha creado un jardín de endemismos, especialmente didáctico e ilustrativo para el visitante, con pequeños dragos, cardones, tabaibas, etc…

Pero Icod, no es sólo su Drago. Os recomendamos que os deis un paseo por el centro histórico de esta localidad típica canaria situada a los pies del Teide.

Merece la pena acercarse a la Iglesia de San Marcos Evangelista (patrono de la ciudad) en la Plaza de Andrés Lorenzo Cáceres, muy próxima al Parque del Drago. Ya sólo la plaza es un jardín botánico en sí mismo, con especies como: jacarandas, pandanos y un enorme ficus.

También os recomendamos que vayáis a la Plaza de La Pila, que se encuentra justo por encima de la Plaza de Lorenzo Cáceres. Está rodeada por singulares casas señoriales como la Casa de los Cáceres o la Casa de Los Reyes

Por último, tanto si sois amantes del vino como si no, pasaos por el Museo de la Malvasía. Aunque su nombre así lo indique, en realidad, no se trata de un museo sino de un pequeño y singular local donde degustar algunos vinos locales galardonados acompañados por algo de queso canario y ricos mojos.

Ya es hora de salir hacia nuestra próxima parada, Puerto de La Cruz.

Puerto de La Cruz

Si llegáis a Puerto de La Cruz en coche, lo mejor es intentar aparcar por la zona del puerto.

Para nosotras, Puerto de La Cruz no tiene nada de especial, sinceramente, nos parecen mucho más interesantes zonas de Tenerife, pero al ser uno de los mayores centros turísticos y uno de los puertos principales de la isla, le hacemos mención.

Podéis empezar la visita por el Paseo de San Telmo hasta la Plaza de la Iglesia de Nuestra Señora de la Peña de Francia. Construida sobre un ermita en el s. XVII, en el exterior llama la atención su torre campanario. En el interior se encuentra la patrona de la ciudad, la Virgen del Carmen. También es interesante su bello artesonado mudéjar tan típico de los templos canarios y su retablo mayor.

De vuelta al puerto, nos dirigimos hasta el castillo de San Felipe. Esta fortificación servía de defensa contra los ataque piratas. Junto al castillo se encuentra la Casa de la Aduana, donde se encontraba las dependencias aduaneras. Ambas edificaciones datan del s. XVII.

Siguiendo el puerto llegamos hasta el Lago Martiánez, formado por un conjunto de piscinas y lagos artificiales diseñados por el artista lanzaroteño César Manrique. Está formado por una piscina principal con una gran fuente, además de dos piscinas para adultos y una para niños lo cual supone un espacio total de más de 100.000 m².

Quizás este sea un buen momento para comer algo antes de dirigirnos a La Orotava.

La Orotava

Para muchos, La Orotava, es una de las localidades más bonitas de Tenerife, y, en esta ocasión… ¡¡estamos de acuerdo!!. Fue declarada Conjunto Histórico Artístico Nacional en 1976.

¿Nos habéis hecho caso cuando os hemos recomendado parar a comer en Puerto de La Cruz? Lo decimos porque… las cuestas de la Orotava son importantes y hay que llevar el estómago lleno y agua para que no nos de una «pájara». No, no estamos exagerando, la Orotava es el municipio más alto de España y con mayor desnivel.

La Orotava, ya estaba ocupada por los aborígenes guanches que, la llamaban “Arautava”. Fue en el año 1496 cuando los conquistadores de los llegaron, se repartieron las tierras y, empezaron a construir y darle importancia comercial, cultural y arquitectónica.

Y… ahora sí, empezamos nuestro recorrido en la Iglesia de San Agustín del s. XVII. Fue parte de un convento de monjes agustinos y posteriormente un cuartel de infantería.

A unos metros de aquí se encuentra el Ayuntamiento de la Orotava. Lo reconoceréis fácilmente por su fachada neoclásica de color rosa palo. Desde su puerta, se pueden disfrutar de unas vistas increíbles con las torres de la Iglesia de Nuestra Señora de la Concepción y el Atlántico de fondo.

Nuestra siguiente parada es la famosa Casa de los Balcones. Se construyó en el año 1632 y cuenta con tres plantas. En la segunda, podemos encontrar balcones en cada ventana y, en la tercera, un balcón de madera de pino canario que cruza la fachada horizontalmente.

El interior se puede visitar. Actualmente aloja un centro de enseñanza, fomento y divulgación de las labores artesanales típicas canarias.

Para finalizar nuestro recorrido por La Orotava, nos dirigimos a la Iglesia de Nuestra Señora de la Concepción; edificio barroco del s. XV.

La cúpula está inspirada en la Catedral de Florencia y, que se puede ver desde casi cualquier parte del municipio gracias a sus torres de 25 metros de altura.

Dentro, encontramos 3 naves separadas por grandes columnas jónicas, donde veremos obras de reconocidos escultores canarios, como por ejemplo: Fernando Estévez con su escultura de la Virgen de Candelaria o La talla del Santísimo Cristo de la Columna, la mejor obra barroca de El Hierro. En las capillas laterales podemos ver la imagen del Calvario, la imagen de San Pedro y un cuadro de Ánimas.

En el exterior, encontramos un agradable jardín con una escultura dedicada a los Alfombristas de La Orotava, autores de las famosas Alfombras de La Orotava.

Una vez visitados los monumentos más destacados, os invitamos a que paseéis sin rumbo por las calles de esta localidad en la que, os iréis encontrando con antiguas y coloridas casas coloniales, que seguro, se llevan más de una foto de vuestro carrete.

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