Datos Básicos:

  • Cómo llegar:
    • Desde Madrid: Por la A-4, A-451, MA-7404, MA-6401 y A-367. Duración del viaje 5h y 30 minutos
    • Desde Sevilla: Por la A-375 y A-374. Duración del viaje 1h y 40 minutos
    • Desde Málaga:
      • Ruta fácil: Por la A-357 y A-367. Duración del viaje 1h y 20 minutos
      • Ruta panorámica: Por la A-7 y A-397. Duración del viaje 1h y 40 minutos.
  • Tren: Os dejamos el enlace de la estación de tren de Ronda. Podéis consultar los trenes que llegan y salen desde esta localidad.
  • Autobús: Aquí también tenéis el enlace de la estación de autobuses.
  • Free Tour: Puedes realizar tu reserva en este enlace

La Visita

Ronda siempre ha sido un cruce de caminos y cultura y, de ahí, le viene parte de su encanto. Cuna de grandes estirpes de toreros, artistas y famosos bandoleros, hacen de ella un destino imprescindible si visitáis la provincia de Málaga.

Se encuentra a 100 km de Málaga y, si vais desde allí, os recomendamos que aunque tardéis un poquito más, lleguéis a ella a través del recorrido panorámico que os hemos indicado en «Datos Básicos». Se trata de una carretera que comienza en el municipio de San Pedro de Alcántara y que con unas 222 curvas (una arriba, una abajo) atraviesa la serranía hasta alcanzar la localidad rondeña. La carretera está en muy buen estado de conservación, así que, apretaos el cinturón y disfrutad del ascenso.

El núcleo urbano se divide en tres zonas perfectamente diferenciadas entre sí­: la ciudad o antigua medina árabe, el barrio de San Francisco, y el del Mercadillo, que se encuentra al otro lado del rí­o Guadaleví­n.

Vamos a empezar nuestra guía para una escapada por Ronda por la plaza de toros, cuyo nombre completo es Plaza de Toros de la Real Maestranza de Caballería de Ronda. Esta monumental plaza fue inaugurada en 1785 lo que la convierte en una de las plazas de toros más antiguas de España. En su interior alberga un museo dedicado a la tauromaquia.

Desde aquí, nos dirigimos a la Alameda del Tajo, de la que podemos decir que es el parque más importante de Ronda. Tiene unos balcones (no aptos para personas con vértigo) desde donde tendremos unas vistas impresionantes de los acantilados donde se asienta la ciudad.

Sin abandonar el camino que nos van marcando los acantilados llegamos al Puente Nuevo, símbolo de Ronda y cuyas vistas al tajo te dejarán sin aliento. Este puente tiene 200 años de antigüedad y 98 metros de altura. Posibilitó la expansión urbanística de la ciudad conectando el barrio moderno o del Mercadillo con la ciudad vieja.

De sillería de piedra, cuenta con un arco central de medio punto apoyado en otro más pequeño. En la parte superior, se encuentran las dependencias del puente que, en otros tiempos, fueron utilizadas como prisión y más tarde como mesón.

A ambos lados se abren otros dos arcos, también de medio punto, que sostienen la estructura que soporta el tránsito de la calle.

Hay multitud de miradores desde los que tener una vista completa desde abajo del puente, eso sí, esperamos que llevéis calzado cómodo (¡nada de tacones!) porque si queréis conseguir una buena foto os tendréis que lanzar cuesta abajo por los caminos que llevan al fondo del tajo.

Una vez que hemos cruzado el puente, ponemos rumbo a la Casa del Rey Moro.

Este conjunto monumental es único por su interés histórico, clave en la historia de la Reconquista y en la defensa de la ciudad. Se encuentra en la Cuesta de Santo Domingo, en una zona inexpugnable sobre el tajo, en el lado norte de la ciudad musulmana.

La Casa del Rey Moro se compone de tres elementos: la Mina de Agua de época musulmana (uno de los ejemplos mejor conservados en España), la Casa de estilo Neomudéjar y el jardín.

La Mina de Agua es una compleja obra de ingeniería hidráulica para uso militar construida en el siglo XIV aprovechando una grieta natural oculta en la pared del Tajo a unos 60 metros de profundidad.

En 1485, después de un largo asedio, Ronda cae ante las tropas castellanas. Según los cronistas de la época, un traidor musulmán reveló el gran secreto que provocaría la rendición de la ciudad: se trataba de la gigantesca noria oculta. Construida en las entrañas de la tierra y movida por cautivos cristianos, era la principal fuente de abastecimiento de agua a la ciudad.

Tras el asalto, Ronda una de las ciudades más importantes del Reino Nazarí, cae derrotada y tan solo siete años después tiene lugar la Toma de Granada.

Después del abandono de la mina en el siglo XVI, su recuerdo se va borrando y aparecen las leyendas que narran la existencia de palacios fabulosos, bellas princesas y grandes tesoros escondidos en las sus profundidades.

Continuamos descendiendo por la Cuesta de Santo Domingo hasta llegar al Palacio del Marqués de Salvatierra. Este palacete perteneció a una de las familias más ricas de Ronda tras la reconquista y posee una bonita fachada barroca.

Inevitablemente, el camino nos lleva hasta el Puente Viejo, que ha quedado eclipsado por el grandioso Puente Nuevo, pero que junto con el Arco de Felipe V y las murallas, también forman una de las estampas más típicas de Ronda.

Cruzamos el Puente Viejo con rumbo a la histórica fuente de los ocho caños.

Está situada en la calle Real, que durante la época cristiana, fue centro comercial de la ciudad hasta mediados del siglo XIX.

Está realizada en piedra, con dos partes frontales, una con ocho caños situados en rosetas encuadradas para uso de las personas, y la otra como abrevadero para animales.

Se construyó durante el reinado de Felipe V, al mismo tiempo que la puerta que lleva su nombre.

Cabe destacar que esta fuente, ha sido utilizada desde que se construyó.

Ya que estamos más o menos cerca, ahora, nos vamos a ir a la famosa calle de «La Bola»… ¡ah! que estáis mirando en el plano y no la encontráis, nada, no os habéis vuelto locos.

En realidad esta calle se llama Carrera Espinel… ahora sí la veis en el mapa, ¿verdad? Pero, ¿entonces por qué todo el mundo la conoce por la calle de «La Bola»?

Pues, tenemos varias explicaciones. A ver cual os convence más a vosotros.

La más popular cuenta que un año que nevó en Ronda, en el casco urbano, unos niños hicieron rodar por la vía una gran bola de nieve.

Otra explicación apunta al gran cartel que utilizaba una papelería, (una gran bola roja) para llamar la atención de posibles clientes.

Según el investigador e historiador Antonio Garrido, la denominación que dio origen a la actual fue la de ‘calle del Juego de la Bola’. Nombre, que había llevado la calle desde el siglo XVII en su tramo más central.

¿Qué? ¿Con cual os quedáis?… No sé a vosotros pero a nosotras ya nos está entrando mucha hambre, y es que, esta zona está llena de lugares donde poder tapear y comprar buenos dulces…

¿Se os ocurre un mejor final de esta guía para una escapada por Ronda? ¡¡Qué aproveche!!

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