Hay lugares que te lo quieren contar todo desde el minuto uno.
Y otros que prefieren dejar que seas tú quien haga las preguntas.
Cáparra es de esos.
No se vende a gritos. No necesita focos ni colas kilométricas para impresionar.
Solo está ahí, en mitad de la nada, con su arco de cuatro frentes resistiendo siglos de historia, sol y silencio.
Y cuando llegas… lo entiendes.
No es Roma. No es Mérida. No es la típica excursión de “mira, escucha, y siguiente”.
Es Cáparra.
Y si te tomas el tiempo de caminarla, de pararte, de observar, vas a descubrir más de lo que esperabas.

¿Qué es Cáparra y por qué importa?:
Cáparra fue una ciudad romana levantada en plena Vía de la Plata, esa ruta que unía Emérita Augusta (la actual Mérida) con Asturica (ahora Astorga).
Una vía importante. De paso. De comercio. De movimiento.
Y allí, en medio de lo que hoy parece campo y silencio, los romanos plantaron una ciudad.

Lo curioso es que no era una gran metrópolis imperial, pero tenía de todo: foro, termas, viviendas, murallas… Y un teatro que aún se está sacando a la luz.
Pero si hay algo que ha puesto a Cáparra en el mapa (y en miles de fotos) es su arco tetrapylum.
¿Traducimos?
Traducimos.
Un arco con cuatro frentes, en forma de cruz, justo en el cruce de las dos calles principales.
Es único en la península ibérica.
Y sí: sigue en pie. Solito. Contra todo.
Como si fuera el último en abandonar el campamento.
Cáparra importa porque demuestra que no hace falta ser Roma para contar una buena historia.
Y porque en medio de la tranquilidad más absoluta, hay restos que resisten el paso del tiempo como si estuvieran esperando a que alguien (como tú) se detuviera a escuchar.





Nuestra experiencia en Cáparra:
Hay sitios que se encuentran por casualidad, y otros a los que decides ir.
Y Cáparra es de esos segundos.
Porque no está “de paso”.
Porque no lo ves desde la autovía y dices “mira, paramos”.
Hay que querer ir. Y eso, en los tiempos que corren, ya es una declaración de intenciones.
La llegada es curiosa. Un camino entre árboles, campo abierto… y de pronto, ahí está:
el arco. Solo, altivo, esperándote como quien lleva siglos viendo pasar gente con prisas.
Y entonces entras. Y pasa algo que no siempre ocurre en este tipo de sitios:
no hay ruido. Ni visual, ni auditivo.
Solo tú, la piedra, el cielo, y si hace viento… el viento.
Caminamos por las calles de la antigua ciudad.
Intentamos adivinar dónde estarían las termas, nos sentamos donde quizás hubo un foro…
y nos gustó eso: que hay que imaginar.
Que nada está demasiado mascado. Que puedes jugar a reconstruir la historia, pero a tu manera.
No hubo multitudes. No hubo guías con bandera.
Hubo tiempo para estar. Para mirar. Para decir “aquí, hace 2.000 años, vivía mucha gente”.
Y eso, sinceramente, vale más que muchos museos llenos de gente sin ganas.




¿Cómo llegar a Cáparra (y no rendirte por el camino)?:
Primero lo básico:
Cáparra está en la provincia de Cáceres, entre Plasencia y Béjar, muy cerca de Oliva de Plasencia.
El acceso es sencillo, pero no está “a mano”, así que lo más cómodo es ir en coche y marcar en el GPS: Yacimiento arqueológico de Cáparra. No tiene pérdida… salvo que vayas buscando un cartel enorme. Que no lo hay.
¿Cuándo ir?:
En verano, llévate una gorra, protección solar y agua como si fueras a cruzar el Sáhara.
No hay sombra. Repetimos: no hay sombra.
Y las piedras, muy bonitas para la foto, pero absorben calor como si no costara.
Primavera y otoño son ideales.
Temperaturas suaves y buena luz.
¿Hay que pagar?:
No. Es de acceso gratuito, lo cual siempre sorprende porque uno espera que con semejante joya arqueológica haya que sacar ticket.
Pero no. Gratis. Para todo el mundo.
Así que no hay excusa.



¿Qué más puedes hacer cerca de Cáparra?:
Si ya estás en la zona, no te vayas con prisa. Cáceres no funciona así.
Aquí van tres ideas para completar la escapada:
- Oliva de Plasencia: el pueblo más cercano. Pequeño, tranquilo, y perfecto para comer algo rico después del paseo entre ruinas.
- Plasencia: si te apetece una visita más urbana, estás a solo media hora. Ciudad monumental, con catedral, muralla y buen tapeo. Muy recomendable.
- La Vía Verde de la Plata: si eres de los que viajan con bici, esta antigua vía de tren reconvertida en ruta cicloturista pasa justo por Cáparra. Ideal para combinar cultura y naturaleza.
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Datos Básicos:
- Dónde dormir cerca de Cáparra: ¿Te apetece quedarte por la zona y dormir con vistas al silencio?
Aquí puedes buscar alojamiento directamente en el mapa interactivo.
- Dirección del yacimiento: Autovía A-66, Salida 455 dirección Guijo de Granadilla, Ctra. CC-13.3, 10667 Oliva de Plasencia, Cáceres (Extremadura)
- Contacto:
- Teléfono: 927 19 94 85
- Email: albaplata@juntaex.es
- Web: viaplata.gobex.es