¿Pensando en el veranito? Con la llegada del buen tiempo y los días más largos, a quien más quien menos, se nos va la cabeza a alguna cala remota… ¿A qué sí?
Pues nada de irse lejos, que aquí, en España, tenemos unas que te dejarán con la boca abierta.
Aquí te traemos nuestra selección de las 5 mejores calas y playas que no te puedes perder en Mallorca. Coge el bañador que nos sumergimos en ellas… ¡¡Ya!!.
1. Cala Deyá o Deia:
A unos 3 km de Deyá, se encuentra Cala Deyá. Se trata de una cala rocosa, pequeña pero muy, muy bonita.
El camino de acceso se las trae tanto si te atreves a ir andando como en coche. Nos explicamos:
- Si vas andando tienes que tener en cuenta que tiene una fuerte pendiente, más que nada te avisamos para cuando te toque subir. Además, tendrás que tener mucho cuidado con los coches porque la carretera es muy estrecha y puede ser peligroso.
- Si vas en coche, lo que comentábamos, la carretera es muy estrecha. Nosotras estuvimos en enero, que prácticamente no baja nadie, además era un día lluvioso y tuvimos un «casi percance» con otro coche. Así que, si vas en temporada alta… cuidadito.
Hay unas pocas plazas de parking a unos 500 metros antes de llegar de pago y suponemos que en verano se ocuparán enseguida.
Y dirás… ¿De verdad merece la pena tanto sufrimiento? Pues sí, nosotras volveríamos sin dudarlo.
La cala está situada en la desembocadura de un pequeño torrente, rodeada por acantilados y pinares mediterráneos. Al lado izquierdo, hay unas terrazas donde los artistas dibujan y pintan Cala Deia en sus cuadros, y es que, el pueblo de Deia es conocido por la concentración de artistas por metro cuadrado de sus calles.
La playa no dispone de duchas, ni hamacas y tampoco hay socorristas. Cómo te decimos es bastante agreste, y ahí, radica todo su encanto. Eso sí, restaurantes por la zona hay, así que comer, lo tienes garantizado.
2. Cala Mondragó:
Tiene 75 metros de longitud, la localidad más cercana es Santanyí y se encuentra enmarcada dentro del parque natural Cala Mondragó. Esto así escrito, además de ayudarte a centrarla en el mapa, poco más te dice. ¿Verdad? Pues… abre los ojos que este es el dato que te hará decantarte por ella. En 2008 fue elegida como la mejor playa de Europa de entre más de 3000 propuestas. Ya vemos que estás cogiendo los bártulos y te vas directo para allá. Pero… espera, espera, que tenemos más cosas que contarte.
Tiene parking. Está situado a unos 5 minutos andando de la cala, pero no es especialmente grande que digamos. La alternativa es irte al de la Playa de s’Amarador que dispone de más plazas de aparcamiento. Y dirás, vale muy bien, pero es que yo quiero ir a Cala Mondragó. ¡¡No preocuparse!! Desde la playa hay un camino pegado a la roca. Este.
Síguelo, porque a parte de tener unas vistas únicas del entorno natural de la playa, en unos 5 minutos (descontando el tiempo que vas a estar haciendo fotos) llegarás a la Cala Mondragó.
Los colores turquesa de sus aguas te transportarán inmediatamente a las imágenes que nos llegan de los cayos californianos o de cualquier punto de la Polinesia pero… vuelve, vuelve, que aunque te parezca increíble estamos aquí en España.
Esta cala es completamente accesible, hay unas pocas tumbonas y sombrillas de alquiler pero no cuenta con duchas aunque sí hay baños portátiles.
Además, tiene 2 restaurantes y 2 bares así que… ¡¡A reponer fuerzas después del chapuzón!!
3. Cala s’Almunia:
¿Puede ser esta una de las calas más instagrameables de Mallorca? Nosotras decimos ¡¡Sí!!
Está situada cerca de la urbanización Cala Llombards a 9 km de Santanyí. Para llegar a ella no te decimos que hay que pasar un calvario, pero casi. Se accede mediante una empinada escalera de piedra que necesita un poco de concentración para bajarla.
Comparte el azul turquesa con el resto de las calas que te estamos recomendando en este post, pero esta, además, tiene un embarcadero tallado por el mar, refugio de los pescadores de antaño que la hace muy especial. Muchos visitantes llegan a esta cala confundidos en la busca de la archiconocida Caló des Moró, por su cercanía y descubren un paraíso.
Es muy rocosa, por lo que, si vas con niños, igual no es el mejor sitio para llevarles. Pero, si este no es tu caso, esta cala te encantará.
Ideal para hacer snorkel, tomar el sol y, si te gusta nadar, presentarte en unas pocas brazadas en Cala es Maquer que está justo enfrente, aunque… también puedes ir a pie por un sendero que hay.
Como te puedes hacer una idea, no está vigilada y no cuenta con ningún servicio en la playa, así que deberás llevar contigo todo lo necesario para pasar el día.
Si no tienes coche pero no te quieres perder este paraíso te recomendamos esta excursión a Cala del Moro, Cala s’Almunia y Cala Llombars. ¡¡Ya no tienes excusa para visitar las mejores calas de Mallorca!!
4. Coll des Baix:
Aunque si de playas recónditas se trata, la de Coll des Baix se lleva la palma. La localidad más cercana es Alcudia a unos 7km. Tienes que dejar el coche en el parking que hay al final del Carrer de la Muntaña, cerca del refugio de Coll des Baix. El último tramo es complicado. La carretera no está asfaltada, hay baches, curvas y es estrecha, vamos que… ¡¡Lo tiene todo!!.
Desde que aparcas el coche hasta la playa hay 1,5 km más o menos. Tiene una fuerte pendiente, es estrecho y hay que tener cuidado con las raíces de los árboles. No te recomendamos que vayas con niños ni que lleves mucho sobrepeso porque lo de bajar por ahí con la silla plegable, la nevera y la sombrilla, no lo vemos, la verdad.
Pero, estos «caminitos de Belén» siempre tienen su recompensa y en este caso es una playa virgen de 220 metros, encajada entre acantilados y con unas aguas de un azul difícil de describir. Aquí sólo oirás el mar y el viento.
Como es lógico, en esta playa tan remota no hay ni socorrista, ni chiringuitos ni nada así que, si piensas pasar allí el día, lo mejor es que lleves una mochila con agua y unos bocatas.
Otra opción para conocer Coll des Baix, esta vez desde el mar, es reservar esta excursión en moto de agua por la Bahía de Alcudia.
5. Playa de Formentor:
Uno de los planes imperdibles de Mallorca es visitar el cabo Formentor, y, en tu camino, sin apenas desviarte pasarás por esta playa en la que te recomendamos que pares.
Su ubicación la convierte en un lugar exuberante, donde los pinares llegan hasta la misma orilla de la playa. Mide alrededor de 1km de largo y es de arena fina. Tiene todo tipo de servicios: duchas, lavabos, restaurante, socorrista… hasta alquiler de hamacas, pero prepárate para soltar 30€.
El parking en invierno es gratuito y en verano la tarifa máxima es de 12€/día. Hablando de verano, todo el entorno de la península de Formentor es espacio protegido por lo que desde el 23 de junio al 15 de septiembre si vas entre las 10 y las 22:30 necesitarás una acreditación para acceder (incluso para el parking) que se puede solicitar con una antelación de 3 días hábiles antes de acceder o en los siguientes 3 días de haber accedido. En este enlace te dejamos toda la información.
Si quieres quitarte de hacer todo este rollo y colaborar con la conservación del entorno, tienes la opción de aparcar tu coche en la zona del Puerto de Pollença y coger el bus 334, que opera sólo en verano o también puedes reservar este tour por Formentor con autobús descapotable donde, además, disfrutarás de un paseo en barco por la Bahía de Pollença
Aunque esta playa es más concurrida que las otras 4 calas que te comentamos en este post, su entorno natural hace que puedas evadirte y sentir esa soledad que quizás es lo que vayas buscando.
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