Tú, que eres de ir a lo práctico, has llegado aquí porque estás buscando ese TOP 5 de pueblos con encanto en Mallorca. ¿A qué sí?

Nos ha costado bastante hacer esta selección, pero al final, la tenemos.

Quédate y descubre cuales son.

4+1 pueblos con encanto en Mallorca

1. Alcudia: 

Al noreste de la isla te espera la antigua capital de Mallorca, Alcudia.

Está rodeada por una muralla medieval del s.XIV que mandó construir el rey Jaime II para echarle un ojo a los piratas que solían aparecer por esa parte de la isla.

Lo que mola, es que, puedes recorrer nada más y nada menos que 1km y medio por arriba en un paseo súper chulo con el que descubrir Alcudia desde las alturas.

Y… levantándose hacia las alturas está la iglesia de Sant Jaume que la construyó el mismo rey y en el mismo siglo que las murallas. Pero, en 1807 quedó prácticamente destruida y lo que vemos ahora es la reconstrucción en estilo neogótico.

Además de al rosetón, préstale atención a la Capilla del Santo Cristo, que es la única que se conservó después del derrumbe.

Paseando por las típicas calles de Alcudia, te encontrarás con las puertas de Mallorca y del Moll que son originales y daban acceso a la ciudad. ¡¡Ah!! Si visitas Alcudia un martes o un domingo, al lado de la Puerta del Moll, encontrarás uno de los mercadillos más grandes de Mallorca. Así que… ¡¡Aprovecha y haz unas compras!!

2. Sóller:

Está divido en 2 zonas: el pueblo y el puerto.

Empieza tu ruta por el pueblo, en la Plaza de la Constitución. Si te gustan los free tours te recomendamos este pero también, puedes hacer la visita a tu aire.

En la Plaza de la Constitución encontrarás los 2 monumentos más representativos de esta localidad: la iglesia de de Sant Bartomeu y el Banco de Sóller.

Mirando la fachada modernista de la iglesia igual te recuerda a algo, o más bien… ¿A la obra de alguien? Fue construida en 1904 por Joan Rubió i Bellver, que era discípulo de… ¡¡Gaudí!! Aunque, si eres fan de Ken Follet y de su bestseller «Un mundo sin fin», lo mismo te sonaba de eso… En cualquier caso, como puedes ver, esta iglesia es un imprescindible de Sóller.

Sólo tienes que moverte un poco a la izquierda para contemplar la también fachada modernista del Banco de Sóller, obra del mismo arquitecto, como ya habrás podido notar. Lo que más destaca es su balcón de doble tribuna y sus ventanas de hierro forjado.

Desde la misma Plaza de la Constitución arranca el carrer de Sa Lluna, la calle comercial de Sóller, llena de productos de proximidad como sus cestas de mimbre o el famoso calzado mallorquín y, si lo tuyo es la gastronomía, seguro que sales de allí con una ensaimada o una buena sobrasada.

En el número 86 de esta misma calle está Can Prunera, el Museo Modernista. Su fachada también merece una parada en el camino, y es que combina a la perfección el Modernismo catalán y el Art Nouveau francés. Fue construida por Joan Prunera, un inmigrante de Sóller que hizo fortuna con sus negocios en Francia, de ahí la mezcla de los 2 estilos.

Si avanzas hasta el final de la calle hasta te encontrarás con una sorpresa. La Sierra de Tramontana te espera en todo su esplendor, y si vas en invierno, como nosotras, igual te la encuentras con nieve.

Ya de vuelta a la Plaza de la Constitución, estate atento, porque cuando menos te lo esperes aparecerá por allí el famoso tranvía de Sóller que circula desde 1913. Cógelo, y en media hora, tras atravesar parte de la Sierra de Tramontana, te dejará en el Puerto de Sóller. Esta, es la experiencia que te recomendamos: Incluye, tranvía e ida y vuelta + paseo en barco entre el Puerto de Sóller y Sa Calobra.

Si quieres bajar al puerto en coche, también se puede.

Una vez que llegues allí, date una vuelta por el paseo marítimo y contempla las bonitas casitas de pescadores. Seguro que se te va la vista hacia alguno de los barcos recreativos que están allí amarrados y oye… si tienes «cash» y alguno está en venta… pues… ¡¡No te lo pienses!!.

Si quieres tener las mejores vistas del puerto, tienes que subir al Faro del Cap Gros. Ya te decimos que aire, hace un rato, pero las vistas son de escándalo.

3. Deyá:

Entre las montañas de la Sierra de Tramontana está Deyá, un pintoresco pueblo que ha servido (y sirve) de inspiración a muchos artistas.

Deja el coche en uno de los espacios de aparcamiento que hay delimitados en la carretera principal y adéntrate en sus calles empedradas.

La iglesia de Sant Joan Baptista está en la parte más alta del pueblo, así que te va tocar subir una cuesta considerable, pero, muy amena (aunque te pueda parecer una ironía) y es que, a lo largo del camino te vas a encontrar un montón de casitas súper instagrameables y unos olivos centenarios impresionantes que te dejarán con la boca abierta.

Al llegar a la explanada de la iglesia hay un precioso mirador desde el que contemplar el paisaje que rodea al pueblo. Si te encuentras con la iglesia abierta, entra. Por lo visto, tiene un retablo renacentista muy digno de ver. Te decimos «por lo visto» porque la pillamos cerrada, así que, si tienes la suerte de verlo, déjanos un comentario.

Justo en la parte trasera de la iglesia, está el cementerio. Cómo te hemos dicho al principio, Deyá, es un pueblo muy inspirador, así que verás tumbas de artistas, pintores, músicos, poetas… entre las que destacan la de los pintores mallorquines Antoni Ribas Prats y Antoni Gelabert, el matrimonio Waldren o del célebre escritor británico Robert Graves, autor de «Yo, Claudio», que, por cierto, tiene una casa museo en Deyá que se puede visitar.

Si va siendo hora del atardecer, acércate al mirador de Sa Foradada, disfrutarás de uno de los atardeceres más bonitos de Mallorca. ¡¡Ah!! No te olvides tus gafas de Sol. ¿Cómo? ¿Qué no tienes ninguna molona y además sostenible? Las de Livegens son lo más. ¡¡Échales un vistazo!!

4. Valldemossa:

A 17 km de Palma de Mallorca está Valldemossa y su famosa Cartuja. Tienes la posibilidad de hacer esta visita con este free tour , o a tu aire.

La cartuja era la residencia del rey Sancho I de Mallorca. En el año 1399 se donó a los monjes cartujos que vivieron aquí más de 400 años. No te pierdas los frescos de Manuel Bayeu (cuñado de Goya), el bonito claustro y la farmacia.

Allí mismo, están los jardines del Rey Juan Carlos I desde donde podas sacar unas fotos bien chulas del colorido campanario de la cartuja. Mientras vas paseando te encontrarás con los bustos de personajes ilustres que han ido pasando por esta localidad como: Luis Salvador de Austria, Rubén Darío, Santiago Rusiñol y Frederic Chopin, que, por cierto, también tiene un museo que te recomendamos visitar.

Otros lugares que no te puedes perder son: el Palacio del Rey Sancho (incluido en la entrada de la cartuja) y la iglesia de Sant Bartomeu, dedicada al patrón de Valldemossa.

No olvides darte una vuelta por sus típicas calles y, si vas en invierno, como nosotras, tomarte una buena merienda en una de sus cafeterías con chocolate y las típicas cocas de patata. ¡¡Fliparás!!

+1 Pollensa:

Que dirás… ¿Y por qué ponéis «+1» y no 5?. ¡¡Pues porque no nos dio tiempo a verlo, así, como lo lees.

Era nuestra primera visita a Mallorca y sólo disponíamos de 4 días, que se nos quedaron muy, pero que muy cortos. Así que, nos tuvimos que dejar Pollensa en el tintero.

¿Y por qué si es uno de los pueblos más bonitos de Mallorca? Pues, precisamente por eso. Nos iba a llevar mucho tiempo su visita y teníamos que dedicarlo a otros lugares.

Así que, ya tenemos motivo para volver, pero, entretanto… Si tú has estado, déjanos un comentario con los lugares que nos recomendarías visitar. ¡¡Somos todo oídos!!

Datos Básicos:

  • Mapa de situación de: Alcudia, Soller, Deyá, Valldemossa y Pollensa

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